lunes, 12 de abril de 2010

"creemos que miramos el cielo pero es el cielo quien nos mira, nos vio nacer y morir millones de veces y sigue ahí, inmortal y espectante de las genialidades y torpezas del hombre" dije al terminar mi vaso de vino.
en ese momento me sentí puro. ahogado por mis propias palabras. una noche, como tantas otras, de declaraciones profundas, revelaciones repentinas de los mas íntimos secretos y debilidades al primer borracho que te cruzás.

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